Comprar una casa o departamento es una inversión que no debe tomarse a la ligera. Por ello, es tan necesario tomar en cuenta ciertos aspectos antes de convertirse en dueño de una casa o departamento propio.
A continuación, te compartimos 5 aspectos relevantes que debes considerar antes de invertir en bienes raíces en México. ¡Toma nota!
El proceso de buscar casa es muy emocionante, es fácil dejarse llevar por los inmuebles más grandes, los que tienen la mejor decoración, los mejores pisos o el mejor mobiliario. Esos brillan mucho más que las propiedades pequeñas con acabados más sencillos.
La cuestión es que pagarás más por ese espacio extra y por las amenidades. La recomendación es que comiences a visitar casas de precios que se acerquen a lo que tienes ahorrado. Si prefieres verlo de otra forma, comienza desde abajo y ve subiendo en caso de que no encuentres algo que se destaque, o bien, conforme los inmuebles cumplan tus necesidades y se ajusten a tu bolsillo.
Cuando empiezas tu búsqueda al revés, es decir, visitando e idealizando las casas más grandes y lujosas, aquellas que suelen estar fuera del presupuesto de un comprador primerizo, corres el riesgo de predisponerte en contra de las casas o departamentos pequeños. Tu base de comparación será esa vivienda de ensueño que no necesariamente es una buena inversión, ya que comprarla significaría un gran peso financiero y no un escalón en la formación de tu patrimonio.
Comprar una casa o departamento a través de un crédito hipotecario es la mejor opción, pero liquidarlo antes de 15 años es la opción ideal. Elegir un financiamiento a un plazo menor a 30 años, permite que pagues menos intereses en la entidad financiera. Esto se debe a que la hipoteca a 15 años no solo es mucho más corta (lo que significa que estarás pagando más capital cada mes), sino que también tendrás una tasa de interés más baja.
Esta es una buena regla general para la salud financiera al comprar una casa o departamento. Lo primero que debes considerar son los pagos mensuales de tus dudas ya existentes, después tendrás que agregar el pago mensual de una hipoteca a un plazo de 15 años. Si el total suma más de 40% de tu salario mensual, entonces te estás arriesgando a vivir en una cuerda floja, financieramente hablando, por lo que deberás reconsiderar o descartar la compra de esa propiedad.
En caso de que superes ese porcentaje, te sugerimos seguir ahorrando para comprar ese inmueble, o bien, intenta buscar propiedades cuyo precio sea menor. No olvides que hay gastos al comprar una casa o departamento que debes pagar por tu cuenta aún cuando te otorguen un crédito hipotecario, por ejemplo las escrituras, el pago de impuestos, los honorarios del notario público y del agente de bienes raíces.
A menos que compres una propiedad semi amueblada o totalmente amueblada, tendrás que destinar una buena cantidad de dinero para adquirir muebles básicos y electrodomésticos.
Una de las primeras cosas que descubrirás en los primeros días que pases en tu nueva vivienda, es que puede lucir un poco vacía y austera. La tentación de llenarla tan pronto como sea posible será latente, sin embargo, lo más adecuado es cubrir esos huecos con muebles de segunda mano o más económicos. De esa forma, cubrirás tus necesidades al instante y podrás ir actualizándolos eventualmente.
Hacer esto poco a poco protegerá tu bolsillo. Desde luego, evita comprar muebles a crédito para no aumentar tus deudas y, mucho menos, arriesgues tus ahorros o tu fondo de emergencias.
Es normal que si cumples cierta edad, te casas o tienes a tu primer hijo, la familia o los amigos comiencen a preguntarte ¿cuándo comprarás una casa? La presión social puede ser muy fuerte y las expectativas de los demás pueden influir en tus decisiones. Cerciórate de que realmente sea un deseo personal y de vivir las circunstancias que te hagan sentir seguro de esa adquisición tan importante.
Para convertirte en dueño de tu propia casa, necesitas estar listo financiera y emocionalmente. Una casa no solo puede brindarte seguridad y un sentido de logro, sino que también puede ayudarte a tener éxito financiero.